Epístola al Amor

Lamento cada momento de este recuerdo que me tiene encadenada a un pasado, este que no me deja conciliar el sueño en toda la noche, que me arrebata la felicidad por cada segundo que pasa... Te echo de menos, eso es lo cierto. Llevo toda mi vida preguntándome el porqué de las cosas que me pasaban, pero la verdad es que desde el momento en que apareciste ante mis ojos nada más me importó. El único objetivo de mi vida era no dejarte escapar, pensaba que no podría respirar si no era alrededor de tu suspiro. Te necesito, no quiero vivir más si no escucho tu voz susurrándome al oído cuanto me quieres, si tus labios no me besan con esa ternura que nadie más me enseñó a sentir. He perdido las ganas de vivir, ya no me queda nada si no estas tú... Eras y eres mi sueño, un sueño imposible, inalcanzable; pero por el cual aun sigo luchando cada mañana. Mis lágrimas dependen de tus actos, tanto ellas como mis sonrisas. Eres mi dueño, el dueño de mi alma y de mi corazón. Pero como todo tiene su final, esto no iba a ser menos... Te perdí, se acabó y todo finalizó ese día que tan bien recuerdan mis ojos empapados de pequeñas gotitas transparentes, amenazantes por ser expulsadas. Era una tarde de invierno, oscura y muy muy fría. Para mi, la tarde más fría del año. Las peleas ya eran constantes en nuestra relación, nuestros caracteres similares influenciaban en ello y cuando explotábamos ya nada podía apaciguarnos. Rompiste mis esquemas, cada uno de ellos por no querer hacer lo que me ordenabas y mi venganza fue dulce hasta que conseguí romper lo más frágil e inocente de una persona, el corazón. Sí, la única culpable de que mi corazón se partiese.. YO. Pero como toda persona cometo errores irreparables ya imposibles de arreglar. La gente me decía que no me merecías, que todo iba a acabar explotando en mi cara y así pasó...Las personas sabias me aconsejaron, pero mi amor por ti era y es más fuerte que cualquier palabra, que cualquier cosa que llegues a imaginar. A pesar de todo lo que ha ocurrido en este período corto pero a la vez largo, sigo pensando en todos los buenos momentos que he vivido junto a ti, en cada caricia que me regalabas en los mejores momentos. Sé que nadie más me va a hacer sentir este sentimiento, sé que nunca voy a poder amar a alguien igual como a ti, pero ahora que no te tengo ya vuelvo a ser yo. Intento que me afecte lo menos posible en mi vida, pero la realidad es que en algún momento del día me derrumbo porqué no estas caminando agarrado de mi mano. Ahora ya vuelvo a ser la chica que se pregunta el porqué de todas las cosas, que piensa que para todo hay alguna razón. ¿Por qué no estoy aun disfrutando de tu persona? Lo he pensado tanto que tengo varias explicaciones, aunque la que más me gusta pensar es que no estábamos hechos el uno para el otro, que lo mejor era que acabara y punto. Te quiero y te espero a la deriva, la esperanza es lo último que se pierde y en este caso no va a ser menos. ¿Recuerdas cuando decíamos que siempre estaríamos juntos? Ahora ya he entendido que nada es para siempre y todo eso gracias a ti. ¿Sabes? En el fondo me alegro, soy una chica de alma libre y abierta, no quiero estar atada a nadie. Me contradigo yo sola, pero simplemente porqué sé qué es lo que quiero y las dos cosas no las puedo tener. Ahora sigues tu vida y haces tu mundo al lado de otra persona, eres feliz y ese era mi único propósito. Creo que lo mejor es que me aleje de tu vida, de este lugar donde cada rincón me recuerda a ti, donde tu olor sigue impregnando mi mente por allá donde paso. Si no lo hago, acabaré con una gran adicción hacia tus ojos, tus besos, tus manos, tu simple sonrisa. ¿Quieres volver? Mi puerta está abierta, mis brazos nunca cierran para rodearte, mis labios nunca descansarían al besarte. Pero lo acepto, se acabó... 

Nunca sabes lo que el día de mañana te puede suceder, quizá encuentres a tu alma gemela y olvides todo, quizá vuelvas a ver a una persona que ni te acordabas de su nombre y te despierta las conocidas mariposas en el estómago. Eso es lo que más odio de la vida, es tan impredecible...¿ Como puedes tener claro algo que sabes que mañana puede que todo cambie? Ojalá pudiera cada uno elegir cada una de las cosas tanto buenas como malas que tienen que sufrir, ojalá la vida no fuera tan dura y no se aprendiera a partir de palo tras palo, ojalá todo fuera tan fácil como cerrar los ojos y que cuando volvieras a despertar la tormenta se hubiese calmado. Supongo que son deseos colectivos, que cada una de las personas que sufren por amor o por cualquier problema que les depara el destino, los desean. Imposible, ¿en realidad nada es imposible? Eso suelen decir cuando quieren que salgas de ese agujero oscuro en el que te has introducido y no consigues escapar, pero imposible eres tú...

Raquel Nieto 

4t ESO A